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Simco Lithium, propiedad del fondo de inversión de singapurense Simbalik y el Grupo Errázuriz de Chile, se encuentra en negociaciones con inversionistas para impulsar un proyecto de litio. De esta forma, la compañía -valorada en entre US$1.500 millones y US$2.000 millones- explora la venta de una participación no controladora por hasta US$ 600 millones para sacar adelante este proyecto, con el que busca convertirse en el tercer productor de litio en el país sudamericano. 

«Hemos estado en conversaciones con diferentes grupos a lo largo de la cadena de valor» afirmó Sebastián Yang, miembro de la junta directiva en representación del fondo Simbalik, según Bloomberg.

Ya en enero de 2023, Simbalik Group y el Grupo Errázuriz destinaron US$ 600 millones con el objetivo de revertir la producción de 22.000 toneladas de hidróxido de litio en el Salar de Maricunga para 2025.

No obstante, a fines de 2022 la compañía también atravesó un episodio complicado cuando el Ministerio de Minería anunció que la estatal Codelco sería la única explotadora de litio en el Salar de Maricunga, el segundo salar más importante del país, localizado en la norteña Región de Atacama. Simco reaccionó a esta medida, señalando que podría demandar al Estado ante tribunales internacionales por la expropiación de sus pertenencias mineras en dicho salar.

Sebastián Yang afirmó: «Es improcedente la intervención de Codelco, poniendo en riesgo los múltiples permisos que se nos han otorgado y afectando la confianza legítima de los inversionistas extranjeros».

En ese momento, Simco ya era propietaria de 11.000 hectáreas, con una producción anual de 22 millones de toneladas de hidróxido de litio de grado de batería, a un precio promedio de US$ 60 millones por tonelada.

Asimismo, advirtió que, de persistir esta postura, Chile «perdería el liderazgo en la producción de litio frente a Argentina», subrayando la disposición de Simco a asociarse con el Estado siempre y cuando se respeten sus derechos, concesiones y permisos.

Hoy en día, sin embargo, la empresa ha propuesto colaborar con Codelco en el Salar de Maricunga. «La puerta siempre está abierta», afirmaba Sebastián Yang, ofreciendo la posibilidad de procesar la salmuera de la estatal o incluso ayudarla a instalar sus propias plantas.

A pesar de los desafíos legales derivados de las nuevas regulaciones gubernamentales que propician asociaciones con empresas estatales como Codelco y, a diferencia de SQM y Albemarle que actualmente operan con estrictas cuotas de extracción del Gobierno, Simco tiene concesiones anteriores al código chileno de 1982. Esta ventaja le permite desarrollar y explotar el proyecto de forma independiente, según el ejecutivo del fondo Simbalik.